Oct-10-20, por Rosendo Fraga
La Argentina durante el Kirchnerismo
tuvo una alianza firme con Venezuela. En 2015, la entonces presidente Cristina
Fernández de Kirchner, en el último año de su segundo mandato antes de dejar el
poder, estuvo en la Asamblea de las Naciones Unidas. Este encuentro de los
presidentes es la oportunidad que tienen para reunirse con pares de diversas
partes del mundo. La presidenta argentina eligió sólo a dos: al de China,
aliado global preferido; y al de Venezuela, alianza regional destacada. Desde
esta perspectiva, la relación con el régimen de Chávez y Maduro es una
constante que se inició el 25 de mayo de 2003, cuando asistió Chávez a la
asunción de Néstor Kirchner.
Es decir, la relación del
Kirchnerismo con el Chavismo ya ha cumplido 17 años. Puesto en esta
perspectiva, la posición adoptada frente al "Informe Bachelet" -que como
encargada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó las violaciones
del régimen venezolano- es un hecho que interrumpe esta fuerte solidaridad.
Alguna vez el Kirchnerismo se mostró neutral, se abstuvo e incluso a veces fue
ambiguo respecto a las críticas contra el régimen chavista, pero nunca llegó a
una condena explícita como ahora, que tuvo lugar casi inmediatamente después
que el embajador argentino en la OEA (Raimundi) eludiera una condena.
Puesto en este contexto, la posición
asumida ahora en Naciones Unidas respaldando el "Informe Bachelet" implica un
cambio en la política exterior del Kirchnerismo, como bien lo expuso Alicia
Castro al renunciar a la embajada en Moscú. El punto es que este cambio tiene
lugar cuando la Argentina pretende obtener el apoyo de Estados Unidos en la
renegociación de la deuda con el Fondo Monetario que se ha iniciado esta
semana.
Pero el hecho tiene lugar en un momento
en que el presidente Alberto Fernández parece querer gestar una imagen política
propia frente al creciente espacio de poder que ocupa la vicepresidenta. El 17
de octubre ha sido convocado por la CGT para conducir el acto por el 75
aniversario del surgimiento del peronismo. Ese día se lanzaría su candidatura
para presidir el Partido Justicialista. Puede conjeturarse cuál de las dos
razones pesa más o si lo hacen las dos por igual, pero no cabe duda que
respecto al Kirchnerismo, la decisión adoptada por Alberto Fernández es un
cambio.
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