Revisando la política exterior de Bolsonaro |
|
|
|
Nov-21-18, por Rosendo Fraga
Bolsonaro ha dado un
giro coherente en su proyecto: busca la alianza política con los EE.UU. y
adopta una política económica de apertura y privatización. No es la línea
tradicional de las últimas décadas en Brasil. Pero tiene puntos de contacto con
la entrada de Brasil en la Segunda Guerra
Mundial en 1942 y el acercamiento del gobierno militar a Washington entre los últimas
años de los sesenta y los primeros de los setenta. Por tercera vez desde
comienzos de los cuarenta del siglo XX, Brasil busca afirmar un liderazgo
regional en alianza con EE.UU. y no contra él.
Este giro
estratégico, implica menor protagonismo de Brasil en los BRICS, lo que ya ha
sucedido con Temer. También quitar impulso a la CELAC, una iniciativa de la
diplomacia del PT para crear un ámbito de concertación de políticas de America
Latina y el Caribe, sin la inclusión de EE.UU. y Canadá. UNASUR ha quedado desactivada por los conflictos
entorno a Venezuela y Bolsonaro no va a reactivarla. El Mercosur continuará con
menor prioridad y no puede descartarse que de unión aduanera, retroceda a zona
de libre comercio, permitiendo que los países puedan negociar cada uno por su
lado. La confrontación con Cuba y Venezuela, es coincidente con el giro en la
estrategia global y regional.
Bolsonaro tratará de
ser eficaz y contundente en materia de seguridad pública, porque en lo
inmediato no podrá dar respuestas populares en materia económica y en este
marco, las Fuerzas Armadas mantendrán un rol relevante. Pero las Fuerzas
Armadas y en particular el Ejército, serán al mismo tiempo apoyatura y límite
para Bolsonaro. Será un factor de equilibrio en una situación política
compleja.
|