Ene-04-17 - por Rosendo Fraga
En América Latina tendrán lugar en
2018 siete elecciones presidenciales, en las que vota el 80% del
electorado de la región y que definirán el rumbo político de ella
para los próximos años. En el primer cuatrimestre del año, se
elegirá Presidente en Costa Rica (5 millones de habitantes) el 4 de
febrero, en Cuba (11 millones de habitantes) también en febrero y en
Paraguay (7 millones de habitantes), el 22 de abril. En el primer
caso, se trata de la elección sucesiva número 17 desde la sanción
de la Constitución Nacional de 1949. Es el país más estable de
América Central -y también de toda América Latina- que junto con
Chile y Uruguay son los mejores en transparencia de la región. De
acuerdo a los sondeos, el primer lugar lo tiene Antonio De Santi del
PNL y el segundo Juan Diego Castro del PIN. En el caso de Cuba, el
nuevo Presidente será electo en forma indirecta por el parlamento,
en febrero. Los legisladores son electos por sistema de partido
único. Se descuenta que el sucesor de Raúl Castro - quien
continuará al frente del Partido Comunista Cubano (PCC) hasta 2021-
será el vicepresidente Miguel Díaz Canel, quien implica una
renovación generacional respecto a los hermanos Castro. Asumirá el
19 de abril. En cuanto a Paraguay, será la séptima elección
presidencial desde el golpe de estado de 1989. El candidato del
oficialismo (El Partido Colorado) Mario Abdo Benítez, es quien tiene
más posibilidades de ganar la elección.
El 27 de mayo tiene lugar la primera
vuelta de la elección presidencial colombiana y la probable segunda
vuelta el 17 de junio. Tiene 49 millones de habitantes y cuenta con
el tercer electorado de la región. El voto es voluntario y el
período presidencial es de cuatro años. Se enfrentan por un lado el
presidente Santos, que apoya a Humberto de la Calle, candidato del
Partido Liberal -quien fuera el negociador del gobierno con las FARC-
y el ex presidente Uribe, cuyo candidato es Iván Duque. Entre ambos,
el ex vicepresidente, Germán Vargas Lleras, es un candidato que
también proviene de la política tradicional, dispuesto a pactar con
otros candidatos. Hay dos candidatos “progresistas” que no
provienen de los partidos tradicionales (el conservador y el
liberal). Ellos son el matemático Sergio Fajardo y el economista
Gustavo Petro, quien ya compitió con Santos en la presidencial de
2010. A consecuencia del proceso de paz se presenta como candidato,
aunque sin posibilidades de ganar, el líder de las FARC Rodrigo
Londoño. La elección colombiana es así incierta, tanto en cuanto a
quien puede ganar y qué expresión política puede hacerlo.
El 1 de julio, se realiza la elección
presidencial en México, país que no tiene segunda vuelta, no hay
reelección de por vida y en el que el período presidencial es de
seis años. Desde la Revolución mexicana a comienzos del siglo XX,
el Partido Revolucionario Institucional ha gobernado 77 años,
incluyendo el período que termina con Peña Nieto. El PAN -expresión
de centro-derecha- gobernó 12 años, entre 2000 y 2012. Desde hace
meses, el primero en los sondeos es el candidato populista, Andrés
López Obrador, que se presenta por tercera vez. El oficialismo, se
agrupa detrás del Ministro de Hacienda de Peña Nieto, José Meade,
un independiente que también fue funcionario del PAN. Este partido
presenta como candidato a Ricardo Anaya, en alianza con la izquierda
moderada (PRD). La elección es incierta y al no haber segunda
vuelta, el candidato populista tiene posibilidades. Por primera vez
se aceptan candidatos independientes, sin pertenencia partidaria. Con
123 millones de habitantes, México tiene el segundo electorado de
América Latina.
La elección presidencial en el país
más grande de la región que es Brasil con 207 millones de
habitantes, tiene la primera vuelta el 7 de octubre y la segunda el
28 del mismo mes. Desde el segundo trimestre de 2017, Lula ha
encabezado los sondeos con amplia ventaja sobre cualquier candidato,
tanto para la primera como la segunda vuelta. Pero un fallo judicial
que se conocería el 24 de enero, determinará su puede o no ser
candidato, dado que tiene una condena por corrupción. Sin Lula, su
partido el PT, no tiene otro que pueda reemplazarlo con posibilidades
de éxito. El segundo lugar pero a gran distancia, lo tiene Jair
Bolsonaro, un militar paracaidista retirado, que combina posiciones
de ultra-derecha, con la “anti-política” exacerbada por el caso
Odebrecht. Marina Silva, una afro-brasileña ecologista que fue
Ministra de Lula, es una candidata que capta el voto anti-política
por centro-izquierda, pero que perdió posiciones en los últimos
meses. El sistema político tradicional busca cerrar filas detrás de
Geraldo Alckmin, gobernador del estado de Sao Pablo, quien pertenece
al PSDB, el Partido que orienta el ex presidente Fernando Henrique
Cardoso.
Finalmente en el último trimestre,
aunque sin fecha precisa todavía, se realizarán elecciones
presidenciales en Venezuela, país con 31 millones de habitantes. El
presidente Nicolás Maduro ya anunció que se presentará a la
reelección en 2018. Dijo que las elecciones municipales serán en el
segundo trimestre del año sin definir fecha precisa, que las
regionales se harán el 15 de octubre y la presidencial en el último
trimestre, sin definir cuándo todavía. En los hechos, en Venezuela
está funcionando como en Cuba un sistema político de partido único.
Los pocos gobernadores opositores electos el año pasado, no pudieron
asumir si previamente no juraban lealtad a la constituyente designada
por el régimen. En las elecciones municipales que tuvieron lugar al
finalizar el año, no se permitió a los principales partidos de
oposición presentarse. En ella, se habla de elegir un candidato
único para las presidenciales, pero está dividida y su capacidad de
movilización ha disminuido notoriamente. Pese a ello, las protestas
en las calles siguen, sobre todo por la falta de alimentos y el
racionamiento del combustible.
En conclusión: durante 2018, tienen
lugar elecciones presidenciales en 7 de los 20 países de América
Latina, pero que representan tres cuartas partes del electorado de la
región; las tienen Brasil, México y Colombia, los tres países con
mayor población, que en conjunto reúnen casi 380 millones de
habitantes; puede anticiparse como probable, la consolidación de
regímenes totalitarios en Cuba y Venezuela, un triunfo del
centro-derecha en Paraguay y de un candidato moderado en Costa Rica;
pero en los tres países con mayor población existe incertidumbre:
en Brasil Lula es el primero, pero es incierto si podrá presentarse
o quien lo enfrentará y en México, el candidato populista puede
ganar y en Colombia, con el sistema político tradicional en crisis,
no puede descartare que gane un candidato progresista.
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