Nov-16-17 - por Rosendo Fraga
Lo más relevante de la Cumbre de la APEC realizada en Da Nang (Vietnam) el 11 y 12 de
noviembre fue la decisión de once países de seguir adelante con el Acuerdo
Transpacífico, sin los EE.UU. Entre los veintiún países que integran este Foro
que reúne a los que están sobre el Océano Pacífico, figuran las tres economías
mayores del mundo, siete de los ocho mercados de mayor crecimiento, siete de
las diez Fuerzas Armadas más poderosas y el 60% del PBI global. Tanto Trump
como Hillary, durante la campaña electoral anunciaron que no iban a enviar el
TTP al Congreso. Lo hicieron por su impopularidad entre los trabajadores
estadounidenses. Pero cuando el tratado parecía muerto, Japón decidió
impulsarlo, aceptando su decisión los diez países que lo habían firmado con la sola
excepción de los EE.UU.. Es así como a la decisión del Primer Ministro Abe, se
sumaron Canadá, México, Perú y Chile del continente americano, Australia y
Nueva Zelanda de Oceanía y Vietnam, Singapur, Brunei y Malasia de Asia. Como
todos habían firmado el Transpacífico, no fue difícil confirmarlo. Se espera la
firma del Acuerdo en el primer trimestre de 2018 y entrará en vigencia con que
sólo seis países de los once lo ratifiquen. Para Japón, la prioridad es gestar
un agrupamiento comercial que permita neutralizar la influencia de China, que
se incrementó con el abandono del TTP por parte de la Administración
Trump. Corea del Sur, aunque es aliado militar de Japón
frente a la amenaza de Corea del Norte, no forma parte de este acuerdo
comercial gestado por Tokio. No lo firmaron Filipinas, Tailandia, Honk Kong,
Taiwán, Indonesia y Papúa Nueva Guinea, además de China y Rusia.
China y EE.UU. son las dos potencias globales más
importantes y por ende también lo son en la APEC y sin enfrentarse tuvieron posiciones
diferentes. Trump defendió los acuerdos bilaterales, mientras que Xi sostuvo el
libre comercio y los acuerdos multilaterales. El Presidente de EE.UU. insistió
con su concepto de que la región debe denominarse “Indo-Pacífico”, con la
intención de incorporar a la
India, para equilibrar el poder de China, algo que no
comparte la potencia asiática, tanto por razones estratégicas como políticas.
En Washington, desde mediados de los años noventa se tiene por objetivo evitar
que Nueva Delhi se sume a una alianza con Beijing y Moscú -que de hecho existe-
la que se está dando en el marco del grupo de Shangai. El tema de Corea del Norte
rondó la reunión, aunque no formó parte del temario de la Cumbre de la APEC. Mientras
Trump propone un endurecimiento de las sanciones y represalias militares si el
dictador nor-coreano realiza nuevos lanzamientos, Xi es contrario a una
escalada militar en la región, por los riesgos que implica. Putin estuvo en
esta Cumbre y tuvo un breve encuentro con Trump, quien inicialmente se sumó a
la posición del líder ruso de que las denuncias sobre el “Rusia-gate” son una “fantasía”,
pero las extendidas críticas que recibió por ello, lo hicieron retroceder.
Mientras tanto el 13 de noviembre, al día siguiente que
terminó la Cumbre
de la APEC,
finalizó el ejercicio militar anual realizado por EE.UU. y Corea del Sur frente
a Corea del Norte. Se trata del más importante que ha tenido lugar desde 2007.
Además de tres de los diez “grupo de portaaviones” con que cuenta EE.UU. que
participaron con todos sus elementos, se sumaron once buques más y siete
sur-coreanos. Los buques de ambos países estuvieron equipados con sistemas
antimisiles con capacidad de interceptar y destruir los misiles nor-coreanos.
Los tres “grupos de portaaviones” están dotados de armamento nuclear. Ello
llevó al representante de Corea del Norte en la UN ha denunciar a este ejercicio militar
binacional -que se realiza todos los años aunque en menor escala- como una
amenaza para la paz y la seguridad regionales. Trump, además de visitar Japón y
Corea del Sur, los dos aliados militares de Washington en la región, estrecho
las relaciones bilaterales con Vietnam -sede de la Cumbre- visitó después Filipinas y estuvo en la Cumbre de la Asean que reúne a los países
del sudeste de Asia, que se realizó en paralelo. Cabe señalar que los dos países
mencionados tienen conflictos por soberanía con Beijing, en el Mar del Sur de
China. En estos días, la potencia asiática botó un gran buque destinado a
construir islas artificiales en el mar, uno de los motivos de estos conflictos.
Mientras esto sucedía en Asia, en Medio Oriente se mantiene
el conflicto entre Arabia Saudita e Irán y la UE comenzó a dar pasos para un sistema de defensa
propio al margen de la OTAN. El Príncipe
heredero saudí está afianzando su poder con las purgas que realiza en su país y
la escalada del conflicto con Teherán. Tanto EE.UU. como Israel lo respaldan
frente a Irán. Yemen es un campo de batalla entre ambas potencias musulmanas,
Líbano es otro y Siria el tercero. Irán apoya las guerrillas yemenitas chiitas que
lanzaron sin éxito un misil contra Ryad; el ex primer ministro libanés (Harari)
renunció desde la capital saudita, denunciando la ingerencia iraní en su país a
través de Hezbollah y permanece en Arabia Saudita e Irán -con apoyo de
Rusia- ha comenzado la construcción de
una base militar propia en Siria a 14 kilómetros de
Damasco. Veintitrés de los veintiocho ministros de Defensa de la UE acordaron avanzar hacia un
sistema de defensa europeo paralelo a la OTAN, aunque también aprobaron ampliar en 3.000
hombres la misión de esta alianza militar en Afganistán. El Reino Unido -la
primera potencia militar de Europa Occidental- no participó del encuentro al
haber ratificado el Brexit. Días atrás, los cinco países nórdicos (Dinamarca,
Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia) se reunieron con los tres bálticos
(Estonia, Letonia y Lituania) para coordinar actividades militares ante el
riesgo de que Rusia precipite algún conflicto en la región.
En conclusión: en el Foro de la APEC, Japón y otros diez
países ratificaron el Tratado Comercial Transpacífico aunque EE.UU. lo ha
abandonado, siendo el acuerdo de este tipo más importante después de la UE; China y EE.UU. en esta Cumbre mostraron
posturas diferentes tanto respecto a la globalización como frente a Corea del
Norte, pero sin chocar; el ejercicio
militar de Washington y Seúl con la participación de tres grupos de
portaaviones, frente a Corea del Norte, realizado en paralelo a la Cumbre es el más importante
desde 2007 y mientras esto sucede en Asia, el conflicto entre Ryad y Teherán
crea fuerte tensión en el mundo musulmán y la UE acuerda avanzar hacia un sistema de defensa
propio.
|