Jun-05-17 - por Rosendo Fraga
Con motivo de la fecha patria venezolana que
es el 5 de julio, 196 aniversario de la batalla de Carabobo, la oposición
venezolana llamó a las Fuerzas Armadas a desconocer la autoridad de Maduro. El
Presidente de la Asamblea Legislativa
Julio Borges, convocó a los militares a la rebelión y el desconocimiento del
Presidente, diciendo “apliquen la Constitución”, aludiendo a sus artículos 328, 333
y 350, que autorizan a actuar cuando un gobierno deroga la carta magna. En el
mismo sentido, pero aclarando que sin ánimo golpista, el líder más importante
de la oposición, Enrique Capriles -de orientación socialdemócrata- dijo “no
queremos un golpe militar, sino que los militares apliquen la Constitución que
ordena claramente desconocer la autoridad de un gobierno que rompa precisamente
con la Constitución”.
El más duro fue el Vicepresidente de la Asamblea, Freddy Guevara, quien se preguntó
“¿Dónde están los militares? Ya basta de represión. Le digo a los militares que
se rebelen y desconozcan a este gobierno”. Guevara es del Partido Voluntad
Popular, al que pertenece el preso político más reconocido, Leopoldo López,
quien el 23 de junio denunció estar sufriendo torturas. Este llamamiento busca concretamente
que se frene la convocatoria de Maduro a una constituyente, cuyos integrantes
serán elegidos el 30 de julio. La oposición la considera inconstitucional y
convocó un referéndum para impedirla el 16 de julio.
Las protestas activas en las calles ya llevan
más de tres meses, pero ha sido recién en junio cuando se han registrado
diferencias de significación en los mandos militares. En abril y mayo, una
decena de oficiales jóvenes se pronunció contra el gobierno. Algunos están
detenidos y otros buscaron exilio en Colombia. Varios generales retirados que
acompañaron a Chávez en su intento de golpe de 1992, han hecho pública su
oposición a la constituyente y algunos han reconocido la existencia de malestar
en las Fuerzas Armadas. Pero fue recién el 6 de junio, cuando el Ministro de
Defensa, el General Vladimir Padrino López, en una conferencia pública en apoyo
de la constituyente, realizada en la guarnición más importante de Caracas y
transmitida por la televisión oficial, hizo pública sus diferencias, al
cuestionar las violaciones a los derechos humanos realizadas por efectivos de la Guardia Nacional, la policía
militarizada que depende del Ministerio de Interior y Justicia, acusada de la
mayoría del casi centenar de muertos que han tenido lugar durante las protestas
de los últimos tres meses. Dijo entonces “no quiero ver un guardia nacional más
cometiendo una atrocidad en la calle”. Del Ministerio de Defensa dependen las
tres Fuerzas Armadas (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) y del Ministerio de
Interior y Justicia -el Ministro es el general retirado de la Guardia Nacional Néstor Reverol,
denunciado en los EEUU de vinculación con el tráfico de drogas- depende esta
fuerza que tiene la mayor responsabilidad en la represión, la policía, las
milicias compuestas por civiles que han recibido instrucción militar y los
“colectivos”, bandas de carácter delincuencial que responden al gobierno.
La definición de Padrino López, motivó una
rápida reacción de Maduro para desactivar cualquier reacción militar. Dos
semanas después, el 20 de junio, anunció una reestructuración de los mandos
militares. Ratificó en el cargo y elogió al Ministro de Defensa, en un acto del
que participó la plana mayor de las Fuerzas Armadas y jóvenes militantes
chavistas. Pero nombró nuevo Comandante del Ejército al General Jesús Su Rez,
en la Armada
nombró al Almirante Ediglis Herrera y a Remigio Cevallos como nuevo titular del
Comando Estratégico de Operaciones de las Fuerzas Armadas. Son jefes aún más
identificados con el régimen que sus antecesores, quienes apoyaron a Padrino
López cuando el Consejo de Defensa impuso que la Suprema Corte diera marcha
atrás con la disolución de la asamblea. Al Ministro de Defensa, se le sacó el
mando directo sobre las unidades militares. También fue relevado el Jefe de la Guardia Nacional, el General
Antonio Benavides Torres, desgastado por la represión. Pero fue reemplazado por
un General acusado de participar en torturas de opositores detenidos. No cabe
duda que con estos cambios, Maduro ha neutralizado al Ministro de Defensa
quitándole el mando directo y nombrando jefes que en principio estarán más atentos
a las órdenes del Presidente que a las provenientes de la vía militar.
El ataque de un helicóptero policial a la Suprema Corte de Justicia,
terminó siendo un hecho aislado, pero generó diversas interpretaciones. Tuvo
lugar el 27 de junio, una semana más tarde de los mencionados cambios en los
mando militares. Se trató de una operación aislada realizada por un oficial de
la policía técnica, secundado por sólo cuatro hombres. La Suprema Corte está controlada
por el Chavismo, que la utiliza para ir avanzando en pasaje del autoritarismo
al totalitarismo. Para el gobierno venezolano, se trató de un intento de golpe
y quienes iban a participar del mismo a último momento decidieron retraerse.
Para la oposición, fue en cambio un intento manipulado por el gobierno, para
justificar una mayor represión y profundizar la depuración en las Fuerzas
Armadas. Se dijo desde la oposición, que fue un golpe incitado como el que
Erdogan manipuló en Turquía para justificar las purgas en todo el estado. Pero
en el caso venezolano habría fracasado al no participar ningún militar.
Mientras tanto la violencia en las calles no cesa y un joven manifestante
muerto por un sargento de seguridad de la Fuerza Aérea, hijo de quien
fuera jefe del Presidente cuando trabajaba de conductor en el metro, ha sido
uno de los casos de represión más resonantes. Si bien las Fuerzas Armadas
participan sólo esporádicamente en la represión, los opositores acusados de
traición y desórdenes, son juzgados por la justicia militar.
En conclusión: con motivo de la fecha Patria
venezolana, los dirigentes opositores más importantes llamaron a las Fuerzas
Armadas a desobedecer las órdenes de Maduro para reformar la Constitución mediante
una constituyente; las protestas en las calles llevan más de tres meses y casi
un centenar de muertos, pero recién en la primera semana de junio, el Ministro
de Defensa asumió una posición crítica de la represión; dos semanas más tarde, Maduro le quitó el mando
operativo y nombró nuevos jefes del Ejército, la Armada, el Comando
Operacional de las FFAA y la Guardia
Nacional, designando jefes aún más afines y el ataque
policial a la Suprema Corte
que tuvo lugar una semana más tarde fue un hecho aislado, pero evidencia la
tensión subyacente en el aparto militar y de seguridad, cuya actitud definirá
la evolución de la crisis.
|