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Los 70: la década que siempre vuelve La distancia temporal que puede marcar la diferencia entre historia y periodismo de investigación no es objetiva. En este libro el autor ha sabido combinar ambas capacidades. ![]()
Reseñas anteriores: - Julio Argentino Roca. Un lugar incómodo en el pensamiento nacional
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Aires de cambio en Chile |
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Dic-15-09 - por Carlos Malamud (Infolatam)* "... Cualquiera sea el resultado de la segunda vuelta, Chile ha vuelto ha demostrar la fortaleza de sus instituciones. Si gana Piñera se constatará, sin ningún drama, que la alternancia es posible. Si gana Frei, en un colosal esfuerzo, se hará evidente que todavía hay futuro para la Concertación porque la gente creería en ella, más allá de las teorías del mal menor. Pero en ambos casos, lo cierto es que sin tutelas de ningún tipo, y en pleno uso de sus facultades, los chilenos habrán vuelto a decidir a favor del futuro democrático de su país". El resultado electoral de la primera vuelta ha despejado algunas dudas y ha instalado otras. Unas pocas de estas últimas podrán ser confirmadas el próximo 17 de enero, cuando se produzca la segunda vuelta, y para conocer las restantes será necesario algo más de tiempo. La primera duda que ha despejado el escrutinio es la identidad del rival de Sebastián Piñera en el próximo capítulo de esta fascinante batalla electoral. Para ser honestos, ésta no era una gran incógnita. Es verdad que hubo muchos periodistas, especialmente españoles, que hasta último momento especulaban con la posibilidad de que Marco Enríquez Ominami fuera el que pasara a la segunda vuelta, o, que al menos, hubiera habido un final cabeza a cabeza, como dicen los aficionados a las carreras de caballos, entre Eduardo Frei y Enríquez Ominami. Para ser justos, la única duda que había, o al menos la que yo tenía, era el porcentaje de diferencia entre estos dos candidatos. Casi diez puntos de diferencia a favor de Frei es mucho para que el joven político separado del tronco socialista pueda cantar victoria, aún cuando aluda a que surgió de la nada o a los escasos recursos de que dispuso durante la campaña (lo que no es del todo cierto). De no ser por el cansancio de los votantes de la Concertación, que supo aprovechar muy bien, con cierta dosis de arrojo y oportunismo, su carrera hubiera sido meteórica, pero por breve. Es lógico que en estos momentos todos lo alaben, ya que todos, y esto significa tanto la Coalición de derechas como la Concertación hasta ahora gobernante, lo necesitan. Por eso es normal que Piñera y Frei le tiren los tejos, lo cortejen, aunque luego lo desechen por poco confiable. El 20% de los votos es un botín muy grande y puede permitir el triunfo en la segunda vuelta. En estos casos se suele decir que estamos frente a una nueva elección, lo que es cierto, si bien remontar un 14% de diferencia es un esfuerzo sobrehumano.
Y aquí entramos en el terreno de las incógnitas a despejar. La primera afecta directamente a la presidenta Bachelet. En la primera vuelta su compromiso con el candidato oficialista fue más bien escaso. Parecía que le interesaba más preservar su impresionante respaldo popular con vistas a un retorno dentro de cuatro años que jugárselo en la defensa de la Concertación. ¿Qué es lo que hará ahora? *Artículo publicado en Infolatam |
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